¿Cuántas veces has paseado, has ido en bici o has pasado un rato en sus orillas, en sus sotos?
Además no tienen el cuidado que se merecen : envases, plásticos y todo tipo de basura que arrastra el Ebro en su última crecida y que quedarán depositados en las orillas, en árboles y arbustos.
Pero no es el único problema al que se enfrentan los ríos; además:
- La contaminación de las aguas y la suciedad de las orillas.
- La falta de protección de los bosques de ribera.
- La ocupación de las orillas de los ríos y de la llanura de inundación, por diferentes actividades humanas.
- Las intervenciones en los ríos sin tener en cuenta las consecuencias para el río y para las personas.
- La falta de conciencia sobre la importancia de los ríos y en consecuencia el despilfarro del agua en nuestras actividades.
- La escasa información, la falta de formación y promoción de actividades que hagan posible una mayor valoración de los ríos por parte de la sociedad.
Estos problemas tienen repercusiones en los ríos pero también en la sociedad.
Debemos pasar de la impotencia ante los problemas a la confianza en que es posible recuperar la calidad de nuestros ecosistemas fluviales para que nuestros ríos puedan ser lugares que nos aporten belleza, bienestar, disfrute y emoción.
¿Qué puedes hacer tú frente a todo esto?
Aquí tienes una serie de ideas:
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